Desequilibrio Inmunitario en la coagulación.
¿Cómo influye un desequilibrio inmunitario en la coagulación?
La
respuesta inflamatoria que se presenta en sepsis altera el equilibrio
procoagulante-anticoagulante y las propiedades profibrinolíticas y anticoagulantes
del endotelio vascular a antifibrinolíticas y procoagulantes.
La
activación de la coagulación en sepsis grave es de etiología multifactorial y
la inducción de la expresión del factor tisular a nivel endotelial por la
endotoxina es fundamental.
Una
vez expresado el FT se activa la vía extrínseca de la coagulación que resulta
en incremento en la producción de trombina (Figura 1).
La
trombina es una molécula de compleja actividad dado que además de su acción pro
coagulante tiene otras funciones.
La
trombina se une a la trombomodulina, que es una de las proteínas inhibidoras
del estado procoagulable en la microcirculación. Esta interacción bloquea la
unión del fibrinógeno, plaquetas y factor V a la trombomodulina y a su vez el
complejo trombina-trombomodulina activa a la proteína C.
La
proteína C activada (PCA) debe disociarse de su receptor para interactuar con
la proteína S y funcionar como anticoagulante inactivando al factor Va
(proacelerina).
La
concentración de trombomodulina está determinada por el número de células
endoteliales que están en contacto con la sangre.
La
PCA mantiene la permeabilidad microvascular, pero al persistir el proceso
inflamatorio se inhibe la expresión de trombomodulina lo que resulta en menor
producción de PCA que junto al consumo de ésta resulta en trombosis
microvascular, que se amplifica por inhibición de la fibrinólisis debido a
incremento en la síntesis del inhibidor del activador tisular del plasminógeno.
La
PCA es una proteasa de serina con una vida media de 15 minutos. En estudios
clínicos y experimentales de sepsis grave secundaria a infecciones por: Gram
negativos (Neisseria meningitidis,
Salmonella typhi, Burkholderia pseudomallei, Rickettsia conorii), Gram
positivos (Streptococcus pneumoniae,
viridans, β-hemolítico del grupo A) y parásitos (Plasmodium falciparum),
se ha demostrado que la PCA disminuye hasta en 85% de lo normal, lo cual se asocia
a respuesta inflamatoria sistémica e incremento de la mortalidad.
La
PCA en estados de sepsis grave y respuesta inflamatoria sistémica es uno de los
principales reguladores del flujo en la microcirculación y de la función
endotelial, por su actividad antitrombótica, profibrinolítica y
antiinflamatoria (Figura 2).
Bibliografía
- http://www.medigraphic.com/pdfs/circir/cc-2002/cc026j.pdf
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